Cuéntame un cuento


Jordi llegó ilusionado a su primer día de trabajo, y en su primera reunión, le cambiaron las funciones para las que había sido contratado. Así, por la cara y a quemarropa, a sabiendas de su crítica situación económica y familiar.

A su compañera Mamen, le insinuaron veladamente la necesidad de firmar un cambio en su contrato indefinido por fija discontinua para ayudar a la empresa, y sobre todo para colaborar a mantener su permanencia en la compañía.

Mi amigo Paco, ejecutivo de RRHH., recibió una dura reprimenda de su Director General por mezclarse con los equipos base de su empresa para conocer la realidad en su nuevo negocio. No era de recibo que se viera contaminado por la tropa de uniforme.

palmentieri TalentGurús y speakers del coaching y management nos bombardean con innumerables mensajes sobre los nuevos liderazgos en la era de la transformación digital de las empresas; te recomiendan libros sobre desarrollo personal, e incluso, los más osados, te ofrecen 7 claves para todo: para ser un gran líder, para construir tu marca con éxito, o para ser más feliz. Sólo les falta ofrecerte las 7 claves para ligarte a la vecina del quinto. Pero parafraseando la película Pulp Fiction:»estamos a mil jodidas millas» de llegar a ese punto de gestión en gran parte de nuestras compañías.

Antes que nada, nuestra gente necesita que le cuenten historias sencillas y veraces, que transmitan emociones con las que puedan empatizar. Testimonios en primera persona, en las que ellos mismos puedan ser protagonistas, ser héroes por un día, y a su vez, capaces de transmitirlas a su entorno. Todo el mundo quiere sentirse importante, que su círculo más cercano le admire, aunque la vanidad sea protagonista de un equivocado proceso de crecimiento. Y nunca olvidarán a la persona que se ha sentado cinco minutos a preocuparse por su situación, a encontrar y desarrollar su talento particular. Lo agradecerán de por vida. Estos valores personales deben fortalecer los mensajes profesionales, y esa identidad propia será la clave para aunar voluntades y lograr el éxito.

Por todo esto, y de una vez por todas:

Cuéntame un cuento, pero que sea auténtico.

Cuéntame un cuento, que será más sencillo.

Cuéntame un cuento, que será más creíble.

Cuéntame un cuento, pero no desperdicies mi talento.

Cuéntame un cuento, y verás que contento.

 

Acerca de Alejandro Peña

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